20 ago 2009

Hangover, Resaca en las vegas o ¿Qué paso ayer? en Rancagua







¿Qué Pasó Ayer?
Titulo Original: Hangover
Reparto: Bradley Cooper, Ed Helms, Zach Galifianakis, Heather Graham, Justin Bartha.
Pais y Año de Producción: USA y Alemania. 2009
Director: Tod Phillips.
Género: Comedia
Duración: 100 minutos
Calificación: Todo Espectador (+7)




Crítica:

Después de mucho meditar en mesas de bar y otros tugurios en los que tendemos a reunirnos por norma universal los miembros del género masculino, está claro el motivo por el que se producen al año millones de películas de amigotes.
Este es que cuando un grupo de amigos se junta para ir al cine y se forma un atado frente a la taquilla para decidir qué ver, al final este tipo de películas siempre termina resultando elegida sin importar la calidad (o no) de la competencia. ¿Por qué? Porque en esos momentos las neuronas, de haberlas, parecen desaparecer de nuestros cerebros, pasamos de complicaciones y lo único que queremos es echar unas risas con los colegas a base del chiste malo de turno y aporrearnos el pecho admirando el cuerpo de la actriz-joven-y-rica del momento.
Además de contar con ese superpoder para reunir innumerables grupos de amigos en las salas, las películas de este género tienen otro punto en común. Son tristes. Excesivamente tristes precisamente por su malsana tendencia al exceso. Son por norma general excesivamente groseras, excesivamente soeces y excesivamente estúpidas. Es decir exactamente igual que los que las vemos cuando no hay una fémina supervisando. Por eso extrañaban las reacciones de crítica y público que llegadas desde Estados Unidos nos recomendaban ver esta película. ¿Es acaso The Hangover el Santo Grail de las pelis entre amigos? Probablemente, ya que en contra de sus compañeras de género, esta alcanza la dignidad prescindiendo del exceso.
The Hangover es soez, estúpida, machista, ridícula, grosera, irreverente, caótica, tópica, original y rebelde en su justa medida, siendo únicamente excesivo el entretenimiento que provoca. La gran tara de esta película sin embargo reside en la absoluta decadencia del género al que pertenece, en el que sobresalir es fácil si se reúne un poco de talento. Lo que en drama sería sinónimo de obra maestra, aquí es una cinta recomendable que vuelve a reivindicar la amistad, la rebelión contra las normas sociales y ese miedo a crecer que sólo llevan dentro los eternos adultolescentes y hombres mayores de edad sin esposa, pareja ni intenciones de encontrarla.
Veala al final es divertida y hasta reflexiva y se va recordar de sus buenos amigos, esos que pueden perder sus matrimonios por salvar el suyo... en serio.

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